Ilusión

22 de julio 2008

El náufrago tiró la botella al mar y vivió el resto de su existencia esperando una respuesta. Cada día soñaba que llegaría a algún puerto, leerían su nota de auxilio y le rescatarían de inmediato. Vivió 28 años en aquella isla. Concretamente 28 años, 4 meses y dos días. Con la ilusión de que en algún momento llegara su mensaje. La botella aún vivió más, allí en el fondo, entre los corales. A escasos veinte metros de donde la tiró al llegar a la isla.