Happy end

25 de agosto 2008

Érase que se era, en un país muy muy lejano, una pareja de perdices tremendamente desdichadas. Una malvada bruja peruja les había convertido en periquitos de colores. Y claro, que digan lo que quieran los amantes del australiano periquito, pero donde se ponga una faisánida que se quite el colorín menudo del periquito. La verdad es que, fuere como fuere, aquellos pequeños periquitos-perdices querían volver a su estado primigenio por lo que surcaron medio mundo en busca de una receta que acabase con aquel embrujo brujo. Y lo consiguieron. Llegaron a una región interior del pais de cuento en cuestión y encontraron el antídoto a sus males. Se llamaban «Felices» unas pastillitas pequeñas, de color rosa pastilla, que tenían un curioso regusto a chicle de fresa. Y nada más. Comieron Felices y fueron perdices.

The URI to TrackBack this entry is: https://elmejorescritordelmundo.wordpress.com/2008/09/07/happy-end/trackback/

RSS feed for comments on this post.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: