Pavesas

15 de octubre 2008

Las pavesas saltaban desde el gran frontispicio triangular creando nubes que se mecían sobre la playa. En el agua gris los reflejos de las llamas danzaban un baile macabro. Los nuevos dueños veían cumplirse el sueño de construir el gran proyecto del Nouvel Hotel. No hacía ni seis años que la misma princesa Margriet lo había inaugurado, pero la competición en altura en la costa lo había engullido entre proyectos mayores. Y parecía que más de un siglo de historia volaba como las pavesas esa noche frente a la costa.

Aquella noche, desde la plataforma, las luces en la costa invertían el paisaje.

Huis ter duin

12 de octubre 2008

La gran mole de seis pisos creaba una especie de muro frente al mar. Los habitantes del pueblo, gente de mar, pescadores, paseaban por las dunas para echar un vistazo al hotel que el alcalde Pické había decidido levantar en aquellas playas. Las obras estaban ya bastante adelantadas y se podían ver desde lejos el gigante de piedra alzarse desafiante frente a la costa.

Nadie podía imaginar entonces qué podría ocurrir ciento treinta y ocho años después. Y mucho menos que en la habitación 164 pasado tanto tiempo alguien descorrería las pesadas cortina y se asomaría en una noche de tormenta a ver las luces de una plataforma de extracción de petroleo.