1 de enero 2009
El cementerio estaba cerca. Decidió que siendo el sepulturero se merecía un último viaje. Así, en el suelo y con el último álito de vida, tiró del teléfono y llamó a una ambulancia.
1 de enero 2009
El cementerio estaba cerca. Decidió que siendo el sepulturero se merecía un último viaje. Así, en el suelo y con el último álito de vida, tiró del teléfono y llamó a una ambulancia.
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