25 de diciembre 2008
Se llamaba Isa; nacía un 25 de diciembre en un pesebre de adobe en una calle sin nombre de Zouirat. Su Sinaí fue el Sahara y su tierra prometida aquella en la que el maná era de plástico magnético. Su Herodes fue la pobreza extrema, que le siguió sin tregua de por vida.
Murió a los 33 años. Su Judas se llamaba Said y le había vendido, junto a otros treinta, un pasaje de sueños a la libertad. Su calvario tenía catorce estrechos kilómetros de agua, su monte de olivos descansaba en la otra orilla. Su cruz una patera de madera que se hizo añicos en el tercer golpe de ola, una noche sin luna del mes de abril.
…y vendrá de nuevo con gloria para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá fin.
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