20 de noviembre 2008
Fue perdiendo la costumbre de vivir. Iba cada día dejándose llevar un poquito, abandonándose, olvidando lo que le hacía despertar cada mañana. El día que se paró y pensó si estaba vivo o muerto descubrió que ya era un cadáver desde hacía tiempo.
Breve y contundente. Me ha recordado unas líneas que escribí hace ya algún tiempo. Un saludo y encantado de leerte.
Riesgo es la vida y nada más,
sólo quien arriesga puede ganar,
aunque casi siempre, pierda.
Quien no arriesga,
no se regala la opción siquiera.
Sin riesgo, el tiempo nos vence,
y nos llega la hora de morir,
para entonces descubrir,
que nunca estuvimos realmente vivos.
Muy bueno, realmente.
¿Has leido por casualidad a Enrique Anderson
Imbert (http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Anderson_Imbert)? Creo que sus historias tienen muchos puntos en común. Èl es uno de mis escritores favoritos.
¡Salud, elmejorescritordelmundo!
Últimamente hay muchos no muertos pululando por el mundo, son los nuevos zombis y vampiros de la época actual. Se los puede conocer por la expresión de sus ojos y de su rostro. Espeluznante
No hay nada peor que la infinita desesperación de unos ojos vacíos de expresión. Muertos por el día a día y la falta de esperanza.
Te felicito!
Vaya… primero: un saludo,segundo: estas líneas reflejan una verdad: nos olvidadmos de vivir, perdidos en cosas que no valen la pena.