15 de septiembre 2008
Hablaban cada noche. Una webcam, un teclado y muchas horas conectados a Internet. Cada uno aparentaba una vida que no era suya; pero ambos se la creían a fuerza de haberla repetido. Se conectaban y representaban aquel papel. Nunca se les ocurrió ir más allá. La realidad detrás de la pantalla perdía mucho.
¡Excelente! La pantalla no solo muestra; también oculta. A veces, para ir más allá de una pantalla no hace falta una PC de por medio. Saludos.