21 de agosto 2008
Estaban sentados en una terraza de Ópera; ella con su novio, él sólo. Apenas cuatro metros separaban las dos mesas. Ella discutía, cualquier cosa que había ocurrido el día anterior. Él ojeaba una guía de viajes. Nunca se habían visto antes. Los dos viajaban con la vista por el cielo, por los jardines del Palacio Real, por un grupo de palomas devorando una bolsa de cualquier cosa, por el chorro de agua de la fuente a lo lejos,.. De repente sus ojos se cruzaron. Se miraron y sus cuerpos se separaron unos segundos de la piel. Se despegaron de sus sillas y corrieron al encuentro enlanzándose en un profundo abrazo. Sus labios se unieron y se fundieron en uno sólo.
– ¿Me haces caso?- comentó el novio- Estás como ida.
-¿Qué tomará el señor?- en una mesa a cuatro metros.
Y los cuerpos volaron y se pegaron de nuevo a sus carnes.
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