13 de julio 2008
-Hola, ya llegué. -dijo inflando bien el pecho.
-¿Qué tal?, ya estoy aquí, -insistió, mirando de reojo a ambos lados.
– Bueno, pues eso, que ya he vuelto, -bajó un poco el volumen.
Dos toses forzadas, coff, coff, retornaban de vuelta en la soledad, coff,coff.
Se sentó en el suelo y sibó, fíííííííííííííííí. Como si nada ocurriese, fiiiifuuuufiiiiiii.
-De vuelta -se dijo en bajito- aquí, ya estamos.
Toc, toc, toc,… toc, toc, toc, repiqueteaban los dedos en el suelo.
Blanco infinito.
– Hoooooola -cantaba con una sonrisa medio infantil que ocultaba un Séqueestáisahí.
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