9 de julio 2008
Él era el único que podía saberlo en el mundo, pero sencillamente no se acordaba. Por mucho que lo intentaba, haciendo memoria de los hechos que acompañaron aquel instante, no conseguía hacerse na idea clara. Sabía con precisión los neurotransmisores implicados en sus recuerdos, en intentaba activar su dopamina, el ácido gammaaminobutírico, la acetilcolina e incluso la noradrenalina, sin éxito. Había creado tantas y tantas cosas desde el comienzo de los tiempos, que dios no conseguía recordar si fue antes el huevo o la gallina.
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