4 de julio 2008
No pensó que aquel encuentro fruto de la coincidencia más tonta pudiera tener más consecuencias. Fue buscando un relato de Edgers cuando se encontró con un blog cualquiera de reflexiones, que contenía un comentario, de alguien que escribía cartas astrales. Lo pinchó, sin saber muy bien por qué, con esa decisión ciega con la que el índice pincha en cualquiercosaconpintadelink. Allí estaba; «Aprende japonés en tan sólo 15 días». Pinchó la introducción. El Japonés es un lenguaje SUJETO-OBJETO-VERBO, mientras que el Español es SUJETO-VERBO-OBJETO.»
Aquello que acababa de leer sería decisivo, sin duda; pero él en quel preciso instante en el que navegaba por Internet no podía ni imaginar cómo le iba a cambiar la vida en las siguientes veinticuatro horas.
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