29 de junio 2008
Me las encontré en la planta de abajo. Estaban montadas. Sin esquemas, sin tornillos en bolsita, sin llave Allen. Pensé: ha sido un despiste, tal vez una devolución. No podía dejar pasar esa oportunidad: Ikea me las daba montadas; las eché a la bolsa amarilla. Hoy me he dado cuenta que aquellas tijeras son lo único que no monté en mi cocina. Desentonan. Las he desmontado y las he vuelto a montar.
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