3 de mayo 2008
Dar cera, pulir cera; dar cera, pulir cera; dar cera, pulir cera,…
No tenía ni idea de artes marciales, ni sabía quién era Miyagui ni Ralph Macchio. No había ni remotamente escuchado quien era Avildsen ni sabía cómo era California. No, definitivamente ella no era Katate Kid, sino Frasquita, la Frasqui, o simplemente la chacha de las escaleras. No había practicado en su vida la postura de la grulla, pero fregar aquellas escaleras, nueve pisos, cada mañana, estaba acabando con sus huesos de vieja.
Deja una respuesta